Durante demasiado tiempo, la reflexión sobre la diversidad lingüística ha sido una realidad que ha quedado al margen de las aulas. La enseñanza de la lengua se proponía como objetivos prioritarios el dominio de la normativa escrita, el reconocimiento de las formas gramaticales básicas y la precisión léxica. Como mucho se trataban los dialectos geográficos como formas de hablar poco menos que defectuosas y raras veces se reflexionaba sobre los valores socioculturales asociados a los usos de unos u otros dialectos y a la variedad estándar de la lengua. También, en algún momento de…