El lenguaje lógico-matemático está presente en la vida del niño, no se puede desvincular de ella, su aplicación le sirve para hacer frente a situaciones diarias. Adquirir este conocimiento supone desarrollar un determinado tipo de pensamiento reflexivo y educar a los niños en la observación. ¿Quién no se ha fijado alguna vez en lo redonda que es la luna, en las paralelas del paso de cebra, en el hexágono del Stop o en los rectángulos de los edificios? Son imágenes que contienen conceptos y elementos matemáticos que se encuentran en nuestro entorno y que habitualmente no observa…
Contingut només disponible per a subscriptors
Accedeix a aquest article individual per només
3€ IVA incluido
Descobreix tot el nostre contingut sense límits
Ja tens compte? Inicia sessió