Todos los libros que se escribieron durante la explosión de la cultura en monasterios y conventos en la Edad Media fueron escritos con tinta ferrogálica. Esta tinta era elaborada con productos naturales, y en este artículo vamos a describir un procedimiento para su elaboración a partir de ingredientes habituales en nuestras cocinas que nos proporcionen los mismos compuestos que sus componentes originales.
En la Edad Media se usaban dos clases de tinta: una de ellas era una suspensión de polvo de carbón en agua con un espesante, igual que la que ahora llamamos «tinta china»; la o…