Cuando hace ya unos cuantos años nos propusimos impulsar nuestra biblioteca escolar, empezamos simplemente expurgando, organizando, catalogando el fondo y señalizando los espacios y las estanterías. La biblioteca funcionaba en los recreos para efectuar préstamos y devoluciones, realizar consultas, trabajos y deberes en general, y algunos profesores acudían a trabajar con sus alumnos en periodo lectivo, aunque no de manera sistemática. Se barajó la posibilidad de abrir la biblioteca por las tardes, en horario no lectivo, pero nos topábamos con serias trabas, fundamentalmente relacion…
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