La madre de María sabe que para resolver el problema hay que hacer un tratamiento sencillo pero cuidadoso -cuando se encuentran liendres sabemos que hay piojos adultos, que son muchísimo más difíciles de ver-. En el mismo día puede realizarse el tratamiento, y la niña irá a la escuela libre del problema y sin riesgo de contagiar a otros.
Los padres y los educadores saben que cuando un niño o niña tiene piojos, otros niños de su entorno los tienen. Y si un niño o niña tiene piojos (o liendres) puede contagiar a otros, extender el problema en el aula, especialmente si el diagnósti…