Joan Domènech (J.D.): Los movimientos de la lentitud (slow food, slow cities, etc.) intentan devolver tiempo a las personas. Este planteamiento común tiene connotaciones claramente educativas. ¿Cuál es tu opinión, Carl?Carl Honoré (C.H.): Sin duda. Aprender es una cuestión de ritmo y timing. Los niños necesitan encontrar retos académicos adecuados a su estadio de desarrollo y que se les dé el tiempo suficiente para procesar lo que están aprendiendo. Esto implica que el poder sobre el tiempo se transfiere, del maestro y el currículo al niño, o que se pone su necesidad de tiempo …
Contingut només disponible per a subscriptors
Accedeix a aquest article individual per només
3€ IVA incluido
Descobreix tot el nostre contingut sense límits
Ja tens compte? Inicia sessió