Hace casi veinte años, Marina Subirats (1988) comentaba las burlas que recibía un niño que quería ir a la escuela vestido de niña y los comentarios de desprecio de una maestra sobre el comportamiento de dos niñas, y afirmaba: “y no obstante, los maestros y las maestras creen que en la escuela ya no se ejerce ningún tipo de discriminación”.Con mucha sorpresa, en enero de 2007, en unas jornadas de maestros sensibles a la renovación pedagógica pude oír frases muy parecidas a las de hace veinte años, en las que se afirmaba que actualmente las maestras y los maestros no discriminamos…
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