energía
Parte de la problemática podemos achacarla a que el término energía corresponde a un vocablo incorporado en el lenguaje cotidiano que se utiliza desde perspectivas económicas, sociales, etc. y que los medios de comunicación manejan con frecuencia. Esta amplitud de usos comporta una gran ambigüedad y así se habla de la “energía que aporta tal producto alimenticio”, del “consumo de energía de un país”, de “la energía vital”, etc. ¿Qué indican realmente estos términos? Es difícil explicar el significado con una gran precisión. Responden al tipo de expresiones que usamos…