Tras unos años de presencia “oficial” en nuestro sistema educativo de las áreas transversales, y a pesar del poco tiempo transcurrido desde su declaración en los documentos administrativos, hemos alcanzado un punto en que este asunto se empieza a contemplar como un sarampión que emergió en la primavera de la LOGSE. El empuje que, tímidamente y con fuertes contradicciones, diera la administración socialista a este tema, ha sido sustituido por una ola de pragmatismo, de vuelta a los contenidos tradicionales, bajo el alarmismo de un supuesto olvido de la instrucción básica y la supues…