– Se utiliza un lenguaje divulgativo, próximo a las familias.
– El formato es atractivo.
– Se redacta fundamentalmente en positivo, indicando los avances.
– Se habla en términos relativos, evitando afirmaciones categóricas sobre la forma de ser del niño o la niña.
– No se comparan a la niña ni al niño con el grupo o con la media de su edad.
– Se proporciona información cualitativa.
– Se evitan calificaciones que recuerden a notas, como “alto-medio-bajo” o “conseguido-en progreso”.
– Se informa con equilibrio sobre las distintas capacidades (sociales, cognitivas, motrices, etc.)
– Se informa…