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De qué hablamos
Los cambios en los ritmos de la naturaleza son indicadores del cambio climático. Los árboles frutales florecen quince días antes que hace cincuenta años, y los frutos maduran un mes antes. La observación de los cambios estacionales en las plantas y en los animales, tales como la floración o las migraciones, da mucha información sobre los efectos del cambio climático en los ecosistemas, pero hacen falta series temporales largas y muy repartidas geográficamente. Es por ello que se necesitan muchos ojos que observen, y aquí es donde entra e…
