El sueño de una noche de verano,
Cantando bajo la lluvia.
Expliqué a los actores la situación amorosa que existía entre los personajes. Les hice bailar mientras yo cantaba. Se relajaron totalmente; sus cuerpos eran libres; se olvidaron de sus problemas y se concentraron sólo en sus emociones. Según repetían los pasos una y otra vez, cambiaban sus estados de ánimo y su condición de amantes, mientras yo sugería ideas y ambientes. Unas veces lloraban, otras se ponían melancólicos de amor, y otras veces se sentían alegres por el placer de estar vivos y enamorados.
Estaban ocurriendo d…