La celebración de “efemérides históricas” es discutible desde su propia concepción, pero interesante como instrumento motivador e impulsor de investigaciones y trabajos. La de “el 98” nos da ocasión de ocuparnos no ya de enseñarlo, sino de lo que nos enseña para nuestro presente, es decir de sus significados. Ellos serán la base para su enseñanza. Y ellos serán, por tanto, la base para su enseñanza. En este artículo, se apuntan tres ideas sobre lo que el 98 puede significar para nosotros, cien años después: el funcionamiento de una restauración monárquica, la recluta de sold…