No todos los ámbitos profesionales gozan de la misma credibilidad social. Así, podemos observar cómo en el campo de la salud la sociedad otorga a los médicos la plena responsabilidad para con sus pacientes y acepta todas las medidas que deban adoptarse. No ocurre lo mismo con los profesionales de la educación, a los que no siempre se les atribuye la misma capacidad.
Esta situación viene determinada por diversos motivos, entre los que cabe destacar, en primer lugar, la consecuencia de unos sistemas educativos heredados que han centrado su currículo en lo académico, y en una formación…