Volver a evidenciar lo obvio es un trabajo ingrato pero necesario, sobre todo cuando no abundan los cuestionamientos globales y de fondo al modelo vigente. Las opiniones de los fundamentalistas neoliberales (antiguos y conversos) no han sido refutadas de modo orgánico; se las discute de una a una, y es común que se objeten los detalles o las anécdotas sin impugnar lo esencial. A veces, quienes podrían debatirlas, o no tienen vocación de contradictores o bien esperan que los hechos cumplan con la labor de demolición, porque no es conveniente tener razón antes de tiempo.
El universo neo…