Una de las finalidades que aspiramos a alcanzar mediante la enseñanza consiste en contribuir a formar ciudadanas y ciudadanos libres y responsables, capaces de argumentar, disentir y consensuar; capaces, en definitiva, de defender los derechos y asumir los deberes que entraña el juego democrático.
Aunque estos comportamientos no se aprenden únicamente en la escuela, lo cierto es que ésta constituye un contexto idóneo para que alumnas y alumnos se entrenen en el ejercicio de un conjunto de actitudes y procedimientos que caracterizan a las personas que pueden insertarse en el tejido soci…