Una sociedad de contrastes
La educación intercultural hoy no es una opción, sino una necesidad. Nuestra sociedad ha dejado de ser única para convertirse en un mosaico cultural con representaciones variopintas. Y quedarse aquí, en la multiculturalidad, simplemente, sería empobrecer el futuro.
Como ciudadanos de una comunidad plural, hemos de ser capaces de superar nuestros propios límites y los de los diferentes grupos étnico-culturales para llegar a una concepción dinámica de la sociedad. Sólo en la medida en que se establezca una interacción entre los diversos aportes culturales q…