¡Lo recordaba más grande! Todos podemos recordar haber pronunciado más de una vez esta expresión. Y es que la percepción que tenemos del espacio a distintas edades va cambiando. Podemos recordar lugares y objetos de cuando éramos pequeños, y cuando por cualquier motivo, al cabo de los años, los hemos vuelto a encontrar, experimentamos una desilusion. Esto es comprensible, porque lo que siempre hacemos al percibir un espacio es compararlo con el tamaño de nuestro cuerpo. Si un techo estaba situado a una altura cuatro veces superior a nuestra estatura, y volvemos a visitarlo cuando h…