Hace ya varios años que llevo a mis clases de lengua en segundo de la ESO el tema de la publicidad. Puedo asegurar que todos mis alumnos y alumnas acaban aprendiendo muy bien qué es eso del punto áureo de un anuncio, dónde se encuentra y para qué sirve. Ya se sabe, ese lugar donde instintivamente se fijan siempre nuestros ojos y donde se coloca información de alto valor para que impregne nuestras pupilas y acabe seduciéndonos. Siempre me ha llamado la atención el interés que provoca este asunto cuando se analizan a fondo anuncios gráficos y los comentarios que inmediatamente surge…