Sería difícil encontrar un ámbito educativo en el que se hayan producido, en los últimos quince años, cambios tan significativos como el de la educación de las personas sordas. Hasta mediados de la década de 1980, muy pocos profesionales de nuestro país cuestionaban el modelo educativo hasta entonces aplicado: la educación netamente oralista en centros de educación especial. Sin embargo, en la década de 1980 y, en gran parte como consecuencia de los pobres resultados académicos conseguidos por las alumnas y alumnos sordos, este modelo comenzó a ser cuestionado y surgieron con f…