Para salvarnos, juntarnos como los dedos de la mano, como los patos en vuelo. El primer pato que se alza abre paso al segundo, que despeja el camino al tercero, y la energía del tercero levanta el vuelo al cuarto, que ayuda al quinto, y el impulso del quinto empuja al sexto, que presta fuerza al séptimo. Cuando se cansa el pato que hace punta, baja a la cola de la bandada y deja su lugar a otro, que sube al vértice de esa uve invertida que los patos dibujan en el aire.Todos se van turnando atrás y adelante. Ningún pato se cree superpato por volar delante. Ni subpato por marchar atrás….
Contingut només disponible per a subscriptors
Accedeix a aquest article individual per només
3€ IVA incluido
Descobreix tot el nostre contingut sense límits
Ja tens compte? Inicia sessió