En la escuela intentamos que el diálogo presida las relaciones educativas y personales, ya sea con el objetivo de construir conocimiento, como para resolver los mil y un conflictos que conlleva la vida cotidiana en el aula, el patio y los pasillos.
Posiblemente, este ambiente de diálogo y de acogida de nuestras niñas y niños, con sus miedos, sus alegrías y sus cosas, propicia un ambiente en el que se puede expresar sin miedos aquello que nos pasa por la cabeza. Ciertamente, a veces nos encontramos con alumnos que no le dan suficiente valor a lo que piensan; necesitan su tiempo.
Con ello,…