Las maestras y maestros encontramos en nuestras clases un conjunto de niños y niñas muy diversos en capacidades, intereses, estímulos, circunstancias familiares, circunstancias sociales y circunstancias económicas. Estos niños y niñas distintos, durante varias horas a lo largo de bastante tiempo, tienen que convivir, aprender cosas, crecer, hacerse personas.
La obligación de la escuela ante este hecho es poner en marcha estrategias y actuaciones que consigan que todo el alumnado desarrolle el máximo posible de sus capacidades, para que las diferencias no se conviertan en desigualdade…