En las siguientes líneas defenderé el derecho a una educación bilingüe y debatiré sobre algunos aspectos que me parecen importantes, a fin de atender a los alumnos de los distintos grupos lingüísticos asegurando el desarrollo de sus capacidades comunicativas en cada una de las lenguas adoptadas como propias por la escuela. Con ello pretendo colaborar en una reflexión que ayude a tomar decisiones relacionadas con el proyecto lingüístico de centro.
Una situación lingüística más democrática
Hace muchos años, cuando en el País Vasco rozabamos la ilegalidad al enseñar en euskara …