En el número 2 de TEXTOS (1994) se incluía un artículo mío titulado “La formación lingüística del profesorado de lenguas” en el que se recogía un estado de la cuestión cuya lectura me ha hecho pensar en ahorrarme el trabajo de escribir de nuevo sobre el tema, pues sigo pensando prácticamente lo mismo al cabo de seis años. Si he aceptado redactar estas páginas, ha sido porque hay dos circunstancias de mi vida profesional que han cambiado y me han aportado nuevas y más amplias perspectivas sobre las cuestiones tratadas. Una es mi vuelta a las aulas después de algunos años de de…
