Aparentemente la educación ambiental (EA en lo sucesivo) está en un buen momento: desarrollo de Agendas 21 y estrategias nacionales, regionales y locales; incremento de todo tipo de programas, equipamientos y experiencias; demanda en aumento de actividades de educación ambiental, etc. Sin embargo, en muchos aspectos seguimos estando como en los años setenta: focalización en una EA “ambientalista”, poco preocupada por la capacitación para la acción, el tratamiento de los conflictos y el cambio social; escasa reflexión teórica asociada a la acción -apenas sí hay investigación y ev…