El espacio y el volumen suelen ser conceptos y tareas que pocas veces se tratan con rigor en nuestros centros educativos, y, a veces, ni se tratan. Desde hace tiempo pensamos que, en educación visual y plástica, todas aquellas propuestas didácticas que salgan de las dos dimensiones de la superficie del pupitre difícilmente tienen cabida en las aulas, a pesar de que el mundo que nos rodea siempre tiene tres dimensiones. Y lo más preocupante es que no sólo son una tarea extraña las producciones volumétricas o los trabajos sobre el mismo espacio, sino que les negamos a nuestros alumnos…