No me dice nada, no habla, es muy reservado/a… es la queja que con cierta frecuencia expresan los docentes que tienen alumnos con dificultades para expresarse. A veces, esta queja viene acompañada de la duda sobre si el alumno o la alumna tiene mayor capacidad de la que realmente manifiesta o si, por el contrario, tiene dificultades de comunicación. Hecho que contrasta poderosamente con la conducta de aquellos otros alumnos o alumnas que no paran de hablar.
Con respecto al desarrollo de la comunicación, cada persona tiene su ritmo, sus necesidades, y requiere determinado clima para com…