Cuando voy con un amigo al museo y él me enseña las obras maestras, cierto yo las admiro con él, pero al mismo tiempo confirmo que sería más sano, una vez vuelto al trabajo, olvidarme de mis estériles admiraciones y acordarme de lo más vivo que he visto en el museo y verdaderamente interesante para copiar, es decir, la gente que camina, como mi amigo y yo.
Medardo Rosso, en “Mercure de France”, marzo 1986
En los últimos años las visitas a los museos se han convertido en un fenómeno de masas. Si en el pasado el museo recibía, por lo general, la visita de un público elitista, de exp…