El proceso de aprendizaje y formación de las nuevas generaciones no puede dar la espalda a la realidad histórica, social y tecnológica del momento concreto en que se produce. Sin embargo, por desgracia, no siempre ha sido así. Prueba de ello es el desfase que se ha producido en las últimas décadas entre una sociedad progresivamente dominada por la cultura de la imagen (que constituye en la actualidad una auténtica cultura de masas), en la que gracias a las tecnologías aportadas por la electrónica las imágenes se han convertido en un elemento cotidiano, y los métodos y recursos di…