Los procesos de transición siempre son problemáticos, en la medida en que suponen un cambio de contexto, normativo y de orientación de la formación, que incide en los procesos emotivos y sociales del estudiante. No obstante, lejos de considerarlos un problema, es posible entenderlos como una oportunidad para que el estudiante aprenda a adaptarse a la diversidad y a establecer nuevas relaciones.
Una educación de calidad exige procesos de transición organizados que permitan disminuir los inconvenientes para los estudiantes y facilitar la mayor coordinación posible entre instituciones. B…