La literatura de tradición oral
Una vez satisfechas las necesidades materiales más urgentes, el ser humano descubrió el impulso artístico: pintó animales en las cavernas, decoró cuencos y vasijas y trabajó el metal con fines utilitarios y ornamentales. Unido a creencias religiosas y mágicas, este impulso artístico impregnó muy pronto los aspectos más importantes de su vida (la religión, la guerra, la muerte), quizá porque, consciente o inconscientemente, el humano encontró en las distintas manifestaciones artísticas el modo de dar expresión a determinadas inquietudes. Y una d…