Cuando hablamos del comedor escolar, siempre escuchamos respuestas de tipo “¡ah, sí!, donde los niños se quedan a comer y juegan en el patio…”.
Pero hoy los niños y niñas aprenden unos hábitos higiénicos, alimentarios y de comportamiento en el comedor escolar. Y en el patio hacen de su tiempo libre un espacio educativo y de relación con sus compañeros.
La realidad del comedor va en aumento debido a la incorporación de la mujer al mercado laboral y se hace necesario e importante reconocer el comedor escolar como un espacio y un tiempo educativo para nuestros niños y jóvenes.