Como indica González Lozano (2001), “la sociedad actual está pidiendo a la educación un esfuerzo por transmitir los valores necesarios para un auténtica convivencia armónica en paz y tolerancia. Una educación de calidad, hoy por hoy, requiere una opción por los valores que oriente la construcción de personas con una estructura ética y moral adecuadas a las demandas de complejidad y pluralismo de nuestro mundo”.
El deporte, como plataforma perfectamente válida para el desarrollo de procesos educativos, debe ser un gran transmisor de valores éticos, cuyo eco ha de ampliarse sustanci…