El delta del Ebro constituye uno de los ecosistemas acuáticos más importantes del mediterráneo occidental y de la península ibérica. La armonía entre la preservación de sus valores naturales y la explotación humana nunca ha sido fácil, como demuestra la actual polémica surgida en relación al Plan Hidrológico Nacional.
El Delta cumple un importante papel biológico y tiene unos paisajes característicos y de belleza singular: tierras llanas con cultivos de hortalizas y frutales, amplios arrozales, grandes y desiertas playas arenosas, zonas de dunas, paisajes lacustres rodeados de …