El deporte tiene en nuestra sociedad una presencia y una importancia cada vez mayores. Lo hallamos como una de las formas más importantes de ocupar el tiempo de ocio de las personas, en la ropa que nos ponemos, en las tendencias de la moda y, claro está, en los medios de comunicación y en la publicidad. Incluso se ha incorporado a nuestro lenguaje cotidiano: “Me han metido un gol”, “Estoy fuera de juego” o “¡Tómatelo deportivamente!”.
¿Podemos aprovechar la extensión e importancia de este fenómeno y hacer del deporte un recurso para la educación en valores de las personas? O, más a…