La universidad, como todos los demás ámbitos de la enseñanza, ha demostrado una loable capacidad para adaptarse a los cambios sociales y culturales de los últimos años, a pesar de las dificultades derivadas de la falta de recursos y los errores inevitables en cualquier proceso de transformación.
Siguiendo esta línea, ahora hay que racionalizar el proceso de acceso de los nuevos estudiantes a la universidad, adecuando los estudios universitarios, especialmente los de los primeros cursos, al sistema que rige la enseñanza secundaria. No podemos cerrar los ojos al hecho de que los estudi…