Con la llegada de las vacaciones, las familias se enfrentan a la tarea de reorganizar la actividad diaria durante dos largos meses de verano, lo cual después de nueve meses de horarios regulares y muy estructurados se percibe como algo difícil y costoso. Los cuadernillos de verano se presentan como una alternativa para ocupar algunas horas del día con una actividad estructurada y percibida como más útil que otras consideradas como menos “productivas”.El profesorado, por su parte, desea que sus alumnos mantengan los aprendizajes adquiridos durante el curso y no pierdan el hábito de tra…
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