La repugnancia y la indignación que suscitan las continuadas noticias sobre asesinatos, violaciones y agresiones de que son objeto las mujeres a manos de sus cónyuges o exconyuges sólo es comparable a la repugnancia e indignación que se siente ante la tibia respuesta social que esos delitos provocan, ante la grandilocuencia oratoria con que se despachan los medios y ante las escasas medidas que de verdad se toman para evitarlos y para castigarlos con dureza cuando se producen.
¿Por qué se dictan sentencias que jalean a los asesinos? ¿Por qué los familiares y vecinos miran hacia otro …