Después de la tragedia de las “torres gemelas”, se han vuelto prioritarios los valores de la tolerancia y del respeto al otro, así como la capacidad de resolver los conflictos pacífica y no violentamente. No vale pensar que éstas son tragedias que vienen de otros mundos y de culturas o religiones ajenas a las nuestras. También aquí hay terrorismo y un movimiento migratorio que puede exacerbar las posiciones de rechazo y odio si no se acierta a conjurarlas a tiempo. Hoy más que nunca podemos decir que nada nos es ajeno, pero no sólo porque nos imaginamos como posibles víctimas del t…