Todavía recordamos con inquietud e incertidumbre nuestra primera vacante en infantil de 3 años. En los primeros días de nuestra tarea docente nos asaltaron las dudas: ¿cómo acercarnos y contactar con un mundo tan alejado, en años y experiencias, del mío?, ¿cómo plasmar en la práctica diaria toda la teoría que habíamos aprendido?
Ahora que escribimos estas líneas debemos reconocer y agradecer que quienes han hecho volar algunas dudas y todas las certezas anteriores han sido los niños.
Las líneas que siguen son breves reflexiones de vivencias concretas que se han ido dando a lo l…