En las últimas décadas, los genéticos hemos ido acumulando y enriqueciendo un conocimiento fabuloso sobre el origen de los seres vivos, la organización de su patrimonio hereditario y su evolución lenta y gradual. Esto no es sino el fruto de un continuo, acelerado, e intenso estudio de lo que de común y singular tienen los seres vivos, y de lo que les diferencia de los objetos inanimados. En genética, tal vez más que en otros campos de la ciencia, se cumple perfectamente uno de los sabios consejos de D. Santiago Ramón y Cajal, en su ensayo sobre la investigación científica Los tó…