¿Quién no se ha visto, en alguna ocasión, reflejado en el refrán de “Consejos doy que para mí no tengo”? Reconozco que a mí me ha pasado unas cuantas veces, en los ámbitos personal y laboral, razón por la cual en los últimos años intento dar pocos “consejos” y, en lo posible, tratar de estar seguro de que cuando lo hago, lo que digo esté apoyado también en mi experiencia directa. En este sentido, en los últimos tres años, en los que he tenido mayor actividad docente con alumnos -tanto en escuela universitaria de formación del profesorado de la que soy profesor asociado como e…